martes, agosto 28, 2007

PLANOS DE LA CASA




“La Casa tomada” es un espacio abandonado que reclama ser habitado, tomado; y un acontecer de sucesos en su toma, una fiesta. Es en este marco de libertad donde surgen propuestas del medio artístico, las musas convocan sin enemistad a la interdisciplinariedad en un espacio “homogéneo” que se desborda. Las fisuras del tiempo que a una casa abandonada le acontecen son la invitación al público y el espacio derruido le remonta al artista sus años infantiles donde las paredes no eran sólo delimitaciones del espacio.

El Festival que cada año acogemos en la ciudad de Guanajuato nació de la manera que surgen muchas ideas: en la fiesta. Un grupo de estudiantes universitarios con inquietudes artísticas, comandados por su líder lúdico Enrique Ruelas, fiesta tras fiesta encontraron su revelación en la plaza de San Roque para representar los Entremeses Cervantinos. Más tarde, la fiesta se convirtió en festival.

No sólo el testimonio de quienes actuaban en la plaza nos muestra el origen de la fiesta como orden creativo. Entre las nuevas generaciones de guanajuatenses ¿quién no se ha encontrado en su casa algún viejo cassette de los hermanos Zavala, cuyas letras aún ahora no resultan tan alejadas de la realidad? Por ejemplo, aquella de dos hombres que se encuentran en la plaza y durante toda la canción fingen que se conocen, aunque ninguno recuerde nada del otro. Era la época de las fiestas. Y los protagonistas: el pueblo. Ellos eran dueños de su escenario. Pero la fiesta continúa en Guanajuato, pues es usual encontrarnos en la parranda para dispersarnos y disfrutar la música en los bares o contemplar las obras que se exponen en salas y cafés.

La fiesta además ha tenido ya sus ejemplos en el ámbito del arte, el caso de la Bauhaus con Kandinsky disfrazado con la extraña mezcla de un chaqué y pantalones de cuero; Moholy-Nagy cual militar dieciochesco; Klee representado como el “Buda de la Bauhaus”, levitando en las nubes sobre el edificio de la escuela; Josef Albers vestido de nodriza y administrando a cucharadas su medicina estética a jóvenes alumnos... Son imágenes de la festiva vida cotidiana de uno de los centros paradigmáticos de la creación artística europea de entreguerras.

Por lo dicho, “La casa tomada” es una propuesta que tiene la intención de aludir al origen del FIC, así como también al aspecto lúdico del arte, reafirmando una de sus esenciales caras y mostrando a la vez la vida cotidiana en la que se desenvuelve Guanajuato: la fiesta.

De lo privado a lo público, de la locura al orden, la fiesta es el lugar de la libertad, donde todos encuentran el espacio para poder ser lo que verdaderamente se es. Es también el espacio del juego, de donde surgen la creación y el arte. Libertad y juego: desinhibición, en el que la abundancia de placer nos provoca una distorsión de la realidad, somos nosotros mismos pero decidimos ofrecer otras caras, originales facetas de nuestro ser que no se expresan habitualmente. Es la fiesta también la ocasión de la diversión, del olvido de la responsabilidad del trabajo y adquiere forma y ocupa espacio cuando ocurre. La rebeldía de la fiesta muestra la cara lúdica del arte que no contiene las barreras de una sala de exposición o de un museo. El espectador no está ya en una butaca sino que el escenario se abre alrededor de él y lo envuelve en un ambiente embriagador, su experiencia artística retorna a la vivencia.

La casa tomada es la alternativa para lograr con bajo presupuesto un acercamiento interactivo con los visitantes, lo cual tiene como repercusión mejor aprehensión de las propuestas, ya que la participación en el ámbito de la fiesta introduce al público con el rol de invitados, y en hora buena los colados, pues no podrían faltar. La permanencia en este ámbito abre posibilidades de nuevas formas de dialogar, la comunicación puede ser más fluida, el despojo de las ataduras de las formas convencionales de exponer los lenguajes artísticos redunda en otra retribución más allá del aplauso, que es la convivencia lúdica propia de una fiesta.

De la astucia de los participantes en la empresa que representa aportar algo para la fiesta depende la vivencia resultante, mas aparte de la sorpresa propia de cada propuesta, la casualidad es un ingrediente especial, pues en los días que se desarrolla se da lugar a un cúmulo de eventos, planeados unos, espontáneos otros.

Un microcosmos lúdico y efímero se abre al público, espejos de una vida cotidiana que colorean “La casa tomada”.

No hay comentarios: