Fotografía
La consultoría en arte AP70 representa a Gerardo Jacques con la obra Mis place, la curaduría es de Grisell Villasana, quien propone para este contexto un fuera de lugar per se.
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Una de las imágenes de la casa, antes de ser tomada
Contacto: Miguel Medina Pérez. tallerdelaciudad@gmail.com, lacasatomadagto@gmail.com 01(473)7340786, 044(473)1001362
Un proyecto multidiscipliario para el XXXV Festival Internacional Cervantino
La casa que espera ser tomada
Una de las imágenes de la casa, antes de ser tomada
ORGANIZADOR
Contacto: Miguel Medina Pérez. tallerdelaciudad@gmail.com, lacasatomadagto@gmail.com 01(473)7340786, 044(473)1001362
VENTANA A LA CASA
Casa abandonada: espacio fisurado por el tiempo. Fiesta: acontecimiento que trasgrede los límites. Casa Tomada: espacio arrebatado para borrar sus líneas y reinventar el juego de la libertad.
El Festival Internacional Cervantino -en su edición 35- nos acoge para realizar La Casa Tomada, un proyecto que presentará durante todo el festival la obra de artistas de varias disciplinas como teatro, literatura, artes visuales, danza, música, instalación, performance, además de propuestas interdisciplinarias.
Con La Casa Tomada queremos recordar el origen más simple del Festival, fuera de los órdenes políticos y culturales: la fiesta. Porque estamos seguros de que aquel grupo de estudiantes universitarios guiados por el lúdico Enrique Ruelas -quienes dieron origen a este evento- encontraron en las grandes parrandas de la época el sentido del juego que los llevó a la mítica plaza de San Roque a representar los Entremeses Cervantinos.
La improvisación, la participación conjunta, el juego, el despreocupado atrevimiento, el impulso creativo que se genera en un instante, la experimentación con recursos y medios, es lo que caracteriza a este grupo de artistas residentes -o que alguna vez residieron- en Guanajuato, ahora decidido a tomar la casa.
El espacio que aquí se abre recopila los proyectos de los artistas que se presentarán en La Casa Tomada, además de ser en sí mismo el registro del proceso de creación y organización.
Igual que la casa que tomaremos, este espacio estará en construcción.
El Festival Internacional Cervantino -en su edición 35- nos acoge para realizar La Casa Tomada, un proyecto que presentará durante todo el festival la obra de artistas de varias disciplinas como teatro, literatura, artes visuales, danza, música, instalación, performance, además de propuestas interdisciplinarias.
Con La Casa Tomada queremos recordar el origen más simple del Festival, fuera de los órdenes políticos y culturales: la fiesta. Porque estamos seguros de que aquel grupo de estudiantes universitarios guiados por el lúdico Enrique Ruelas -quienes dieron origen a este evento- encontraron en las grandes parrandas de la época el sentido del juego que los llevó a la mítica plaza de San Roque a representar los Entremeses Cervantinos.
La improvisación, la participación conjunta, el juego, el despreocupado atrevimiento, el impulso creativo que se genera en un instante, la experimentación con recursos y medios, es lo que caracteriza a este grupo de artistas residentes -o que alguna vez residieron- en Guanajuato, ahora decidido a tomar la casa.
El espacio que aquí se abre recopila los proyectos de los artistas que se presentarán en La Casa Tomada, además de ser en sí mismo el registro del proceso de creación y organización.
Igual que la casa que tomaremos, este espacio estará en construcción.
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- ► 08/19 - 08/26 (1)
Tus palabras toman la casa
Este es un espacio para que opines sobre la fiesta
Hace unos meses, precisamente en una fiesta, un hombre rubio me invitó a bailar salsa. Entre paso y paso, vuelta y vuelta, le conté de La Casa Tomada y la idea de la fiesta como el gran tema de nuestro evento. Me respondió que él creía fervientemente en la fiesta como un acto creativo y tenía, además, un poema sobre este tema.
Reproduzco aquí sus palabras en honor a la fiesta.
Mafer
De Samsara: del Rush al Relax y de regreso
Autor: Dan Zapaghana
IV
…respecto a Dios, por cierto,
sólo una cosa:
…no estaba muerto…
…andaba de parranda.
En las orillas
la ciudad es un espejismo que tiembla,
un mar de joyas falsas
que se extiende luminoso al horizonte.
Entre los edificios salvajes, aún no domesticados,
donde las casas tienen menos muros que huecos,
en las estancias que aún no tienen dueño y todavía saben respirar,
Los dioses se sacuden sus costumbres humanas y se ponen a bailar.
El DJ, malabarista de dimensiones,
pone play a los laberintos del sonido.
Él es el gran arquitecto,
él dibuja los portales,
él abre los candados,
él es el amo del tiempo,
él gira las perillas de la realidad.
El universo explota, se retuerce y se encoge entre sus manos.
Tótems negros de alto wattaje
abren redondas sus bocas posesas
y comienzan a predicar.
Los dioses de carne
sacan del estuche sus secretos:
domadores de fuego
construyen geometrías invisibles,
lo hacen bailar.
Los dioses son de nuevo niños delirantes
que construyen el mundo,
que gritan y hacen sonar con los pies el tambor de papá.
(Nuestro cuerpo se vuelve inimaginablemente hermoso
cuando olvida las leyes de tránsito.)
Los danzantes se inmortalizan en su danza,
un sólo culto a un sol oculto:
¡YO: AQUÍ SIEMPRE, AHORA TODO!
Somos recuerdos bailando en una mente eterna.
La sacerdotisa del poliéster rosa,
enjugada en sudor, me revela sus secretos:
-Dale mute al carrusel. ¿Escuchas?
Es el soundtrack puro de tu corazón.
Haz zoom in en tu conciencia:
El zoom out cósmico de Dios.
Todo es Mente, psiconauta,
sueño encarnado, sueño que sueña.
Ama tu viaje.
Eres la magia pura revestida de tu traje celular.-
La ciudad sueña dormida.
Nosotros soñamos despiertos.
Somos una travesura de gitanos,
fiesta pagana en una caja de zapatos,
dos cincuenta por tres treinta por ocho metros.
El edificio es el tambor que retumba en nuestros pies.
Lámparas chinas, foquitos navideños y, en una esquina,
una maqueta del verdadero sistema solar:
el sol es una esfera de espejos,
la realidad es un reflejo,
el universo es una discotheque.
Dioses despeinados bailan con insolencia.
OTROS FRAGMENTOS
La fiesta no es el gajo exprimido, masticado y escupido de la evasión.
Para quien estar vivo y saberlo es el néctar puro de la celebración,
La fiesta es el ashram, el dojo, el templo,
y cualquier lugar en que podamos exprimir
el sagrado sudor de nuestros cuerpos
a fuerza de besar la tierra con los pies,
bien merece ser llamado altar.
No hay más rito, sacrificio, ni liturgia, que bailar.
VI
La que se para de cabeza y patalea en el aire,
el que baila con mascadas y colorea los vientos,
los que hicieron de sus bocas una sola pista
y pusieron sus lenguas a bailar,
los que quisieran ser hermanos
y se abrazan y se agarran los cabellos
y repiten -carnal, carnal- como un mantram ancestral,
los que fueron esquimales de otro tiempo
y en ésta vida se han vuelto a encontrar,
todos, de golpe, sin excepción alguna
Reconocen el llamado,
abandonan su tarea trascendental
Y se ponen a cantar:
-Oh it´s such a perfect day
I wanna spend it with you…-
Por tres minutos Lou Reed es Krishna encarnado,
Y en cada rincón de la tierra,
los que se hielan en los jardines,
los exiliados en la carretera,
los que, insurrectos en su penthouse, coronan el horizonte,
todos los que infatigables resguardan la sagrada llama de la fiesta,
pasada de mano en mano y de generación en generación,
alzan sus voces, y el himno de los sobrevivientes se deja escuchar:
-Oh it´s such a perfect day
I wanna spend it with you…
Ohh such a perfect day
We just keep it hangin´ on,
We just keep it hangin´ on.-
Fiesta… cucharada de paraíso,
maqueta de utopía,
última insurrección posible,
último bastión de la libertad y la unión del hombre,
sueño de todos los tiempos hecho, por una noche, realidad.
A partir de aquí todo es exilio del paraíso,
y preparación para dejar de ser dioses dorados
y encarnar en cuerpos mortales en un mundo esclavizado.
Hace unos meses, precisamente en una fiesta, un hombre rubio me invitó a bailar salsa. Entre paso y paso, vuelta y vuelta, le conté de La Casa Tomada y la idea de la fiesta como el gran tema de nuestro evento. Me respondió que él creía fervientemente en la fiesta como un acto creativo y tenía, además, un poema sobre este tema.
Reproduzco aquí sus palabras en honor a la fiesta.
Mafer
De Samsara: del Rush al Relax y de regreso
Autor: Dan Zapaghana
IV
…respecto a Dios, por cierto,
sólo una cosa:
…no estaba muerto…
…andaba de parranda.
En las orillas
la ciudad es un espejismo que tiembla,
un mar de joyas falsas
que se extiende luminoso al horizonte.
Entre los edificios salvajes, aún no domesticados,
donde las casas tienen menos muros que huecos,
en las estancias que aún no tienen dueño y todavía saben respirar,
Los dioses se sacuden sus costumbres humanas y se ponen a bailar.
El DJ, malabarista de dimensiones,
pone play a los laberintos del sonido.
Él es el gran arquitecto,
él dibuja los portales,
él abre los candados,
él es el amo del tiempo,
él gira las perillas de la realidad.
El universo explota, se retuerce y se encoge entre sus manos.
Tótems negros de alto wattaje
abren redondas sus bocas posesas
y comienzan a predicar.
Los dioses de carne
sacan del estuche sus secretos:
domadores de fuego
construyen geometrías invisibles,
lo hacen bailar.
Los dioses son de nuevo niños delirantes
que construyen el mundo,
que gritan y hacen sonar con los pies el tambor de papá.
(Nuestro cuerpo se vuelve inimaginablemente hermoso
cuando olvida las leyes de tránsito.)
Los danzantes se inmortalizan en su danza,
un sólo culto a un sol oculto:
¡YO: AQUÍ SIEMPRE, AHORA TODO!
Somos recuerdos bailando en una mente eterna.
La sacerdotisa del poliéster rosa,
enjugada en sudor, me revela sus secretos:
-Dale mute al carrusel. ¿Escuchas?
Es el soundtrack puro de tu corazón.
Haz zoom in en tu conciencia:
El zoom out cósmico de Dios.
Todo es Mente, psiconauta,
sueño encarnado, sueño que sueña.
Ama tu viaje.
Eres la magia pura revestida de tu traje celular.-
La ciudad sueña dormida.
Nosotros soñamos despiertos.
Somos una travesura de gitanos,
fiesta pagana en una caja de zapatos,
dos cincuenta por tres treinta por ocho metros.
El edificio es el tambor que retumba en nuestros pies.
Lámparas chinas, foquitos navideños y, en una esquina,
una maqueta del verdadero sistema solar:
el sol es una esfera de espejos,
la realidad es un reflejo,
el universo es una discotheque.
Dioses despeinados bailan con insolencia.
OTROS FRAGMENTOS
La fiesta no es el gajo exprimido, masticado y escupido de la evasión.
Para quien estar vivo y saberlo es el néctar puro de la celebración,
La fiesta es el ashram, el dojo, el templo,
y cualquier lugar en que podamos exprimir
el sagrado sudor de nuestros cuerpos
a fuerza de besar la tierra con los pies,
bien merece ser llamado altar.
No hay más rito, sacrificio, ni liturgia, que bailar.
VI
La que se para de cabeza y patalea en el aire,
el que baila con mascadas y colorea los vientos,
los que hicieron de sus bocas una sola pista
y pusieron sus lenguas a bailar,
los que quisieran ser hermanos
y se abrazan y se agarran los cabellos
y repiten -carnal, carnal- como un mantram ancestral,
los que fueron esquimales de otro tiempo
y en ésta vida se han vuelto a encontrar,
todos, de golpe, sin excepción alguna
Reconocen el llamado,
abandonan su tarea trascendental
Y se ponen a cantar:
-Oh it´s such a perfect day
I wanna spend it with you…-
Por tres minutos Lou Reed es Krishna encarnado,
Y en cada rincón de la tierra,
los que se hielan en los jardines,
los exiliados en la carretera,
los que, insurrectos en su penthouse, coronan el horizonte,
todos los que infatigables resguardan la sagrada llama de la fiesta,
pasada de mano en mano y de generación en generación,
alzan sus voces, y el himno de los sobrevivientes se deja escuchar:
-Oh it´s such a perfect day
I wanna spend it with you…
Ohh such a perfect day
We just keep it hangin´ on,
We just keep it hangin´ on.-
Fiesta… cucharada de paraíso,
maqueta de utopía,
última insurrección posible,
último bastión de la libertad y la unión del hombre,
sueño de todos los tiempos hecho, por una noche, realidad.
A partir de aquí todo es exilio del paraíso,
y preparación para dejar de ser dioses dorados
y encarnar en cuerpos mortales en un mundo esclavizado.
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